Brasil vs Uruguay Pronóstico 1-0

Brasil ha modificado recientemente su formación de 4-3-3 a un 4-2-3-1. Este cambio ha sido exitoso, ya que contar con más jugadores en el mediocampo ha permitido una mayor fluidez en la salida del balón. El problema de Brasil no eran sus delanteros, sino la escasez de pelotas que recibían. Con el 4-3-3, sus ataques eran demasiado predecibles, concentrándose en los extremos, lo que facilitaba a los rivales armar una línea de cinco defensores o reforzar las bandas para neutralizarlos.

Este nuevo esquema permite a Brasil cambiar el enfoque de ser un equipo que abusa de los extremos a uno que juega más por el centro a través de pases verticales, donde Raphinha se convierte en protagonista. Él conduce el balón y atrae defensores, creando espacios para sus compañeros. Una característica clave de esta formación es el movimiento del delantero centro. Por ejemplo, Igor Jesús puede arrastrar marcas hacia el centro, permitiendo a Raphinha realizar una carrera explosiva sin oposición, ya sea con un pase largo o corto de los pivotes. 

Aunque Brasil se enfoca menos en los extremos, no significa que no utilice a sus laterales. De hecho, reducir la insistencia por las bandas puede hacer el juego más peligroso, al ser menos predecible.

Uruguay lleva cuatro partidos sin marcar goles, y las razones detrás de esta sequía son diversas. Muchos culpan a los delanteros por desaprovechar oportunidades claras, pero al analizar los datos, se revela que el problema principal radica en la falta de tiros al arco. En sus últimos encuentros, Uruguay realizó solo cuatro tiros contra Ecuador, tres contra Perú y dos contra Venezuela. Esta escasez de llegadas se debe a la conformación de su mediocampo, donde los jugadores se centran más en la defensa y la recuperación del balón, sin traducir esas acciones en conducciones o pases hacia la portería rival. 

Aunque Uruguay recupera mucho la pelota, también la pierde rápidamente. Además, el equipo coloca su línea defensiva demasiado atrás, incluso al atacar, lo que proporciona una buena estructura defensiva pero obstaculiza el ataque. Los laterales no acompañan con la rapidez necesaria, y los pivotes frecuentemente se quedan rezagados.

A diferencia de Brasil, Uruguay no cuenta con un mediapunta que pueda conducir el balón varios metros, lo que lo obliga a depender de pases largos hacia sus delanteros, quienes deben bajar el balón para que los extremos corran a espaldas de los centrales. 

Aunque Uruguay ejerce una presión alta desde sus delanteros y mediocampistas, mantiene una línea de cuatro en defensa, lo que genera grandes huecos entre los centrales y el mediocampo. Estos espacios pueden ser explotados por Brasil a través de pases filtrados hacia Raphinha o Savio, iniciando así ataques que generan numerosas situaciones de peligro.

Se espera un partido donde Brasil domine la posesión del balón, con asistencias o goles de Raphinha, quien podrá jugar con libertad. También se anticipa un gol de Vinícius o Igor Jesús. No se prevén goles de Uruguay debido a la desconexión entre su mediocampo y delanteros. Además, al ser un partido significativo para los hinchas uruguayos, que buscan recuperar la confianza, es probable que se cometan muchas faltas, especialmente en la presión y en el mediocampo. Por lo tanto, apostar por tarjetas amarillas podría ser una buena idea.